#PasoEnFalso
A una semana de la entrada en vigor de la modificación a la Ley de Movilidad de Quintana Roo, el panorama en nuestras calles no ha cambiado. Los motociclistas siguen desafiando las normativas sin portar los cascos y chalecos con su placa, a pesar de las nuevas exigencias. Las recientes protestas de estos conductores, que generaron horas de caos en las calles, parecieran haber dado un mensaje claro: la ley se acata, pero no se cumple.
Esta situación ha llevado a la ciudadanía a preguntarse si estamos nuevamente ante un caso de «letra muerta». Antes de estas modificaciones, los motociclistas ya habían demostrado su resistencia a seguir la normativa. Las rodadas a altas horas de la noche, que interrumpen el tráfico y generan un ruido ensordecedor, continúan sin control. Este ruido, que seguramente supera los decibeles permitidos por la ley, no sólo es molesto, sino también un claro indicador de la falta de respeto hacia las regulaciones establecidas.
El problema radica en que, al parecer, en Cancún y en todo Quintana Roo, los motociclistas gozan de una inmunidad ante la ley. Esta impunidad no sólo refleja una falta de voluntad por parte de los conductores, sino también una evidente ineficacia de las autoridades. ¿Dónde está el Inmoveqroo en todo esto? El instituto, que debería velar por el cumplimiento de la ley y la seguridad vial, parece ser un adorno más en nuestro estado.
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La falta de aplicación de la ley no sólo pone en riesgo la seguridad de los mismos motociclistas, sino también la de todos los ciudadanos. Es imperativo que las autoridades tomen medidas contundentes para hacer cumplir las normativas. La educación vial y las campañas de concientización son herramientas valiosas, pero sin una implementación efectiva y sanciones ejemplares, seguirán siendo insuficientes.
Quintana Roo necesita un cambio de actitud tanto por parte de las autoridades como de los ciudadanos. No podemos permitir que la ley siga siendo una mera sugerencia. La seguridad vial es un derecho de todos y cumplir con las normas no debería ser opcional. Es hora de que el Inmoveqroo demuestre que está a la altura de su misión y que los motociclistas entiendan que respetar la ley es una responsabilidad ineludible.
La solución no es sencilla, pero es clara: aplicar la ley con firmeza y constancia. Sólo así podremos esperar ver un cambio real en nuestras calles y garantizar una convivencia armónica y segura para todos.
