Redacción / Quintana Roo Ahora
Cancún.- El terreno que una vez albergó al icónico Cine Blanquita, un símbolo de la nostalgia cancunense, ha cambiado de rostro. Hoy, donde alguna vez resonaron las risas y aplausos del público, solo queda espacio para 70 autos. Tras la demolición del cine, que inició en marzo, la ciudad ha decidido que este pedazo de historia sea ahora un estacionamiento que, aunque necesario, no deja de ser un recordatorio de los días en que el cine Blanquita era el centro de la cultura popular de Cancún.
En un giro práctico, el estacionamiento tendrá un horario dividido: en las mañanas será exclusivo para el personal del ayuntamiento, y por la tarde abrirá sus puertas al público. Esto, dicen las autoridades, aliviará la falta de cajones en la zona, especialmente durante eventos multitudinarios en el parque de Las Palapas y alrededor del Palacio Municipal.
La transformación no fue fácil. Tras más de 20 años de abandono, el predio finalmente ha sido recuperado gracias a los trabajos iniciados el año pasado, en el marco de la remodelación del parque de Las Palapas. En lugar de un sitio en ruinas, ahora tenemos un espacio «útil», aunque muchos lamentarán que la nostalgia haya sido nuevamente sacrificada en nombre de la funcionalidad.
El estacionamiento será administrado por el ayuntamiento bajo un comodato de dos años, un arreglo temporal que promete mejorar el acceso al área. Sin embargo, este es solo otro ejemplo de cómo la ciudad cambia y se adapta, dejando atrás vestigios de su pasado, mientras mira hacia el futuro con las urgencias del presente.
La historia del Cine Blanquita ahora se pierde entre autos estacionados, pero para muchos, su memoria sigue siendo una pantalla que nunca se apaga.
