Paso En Falso
Dicen que en Quintana Roo la competencia es bienvenida, pero parece que algunos tienen mejores padrinos que otros. Mientras Uber sigue luchando por operar sin ser acosado por taxistas que se creen dueños de las calles (y que últimamente también quieren monopolizar el miedo), llega inDrive, la nueva joya de la movilidad, que milagrosamente logró hacer lo que ninguna otra aplicación ha podido: conquistar el aeropuerto de Cancún. Todo un logro digno de aplaudir, o al menos eso nos quieren hacer creer.
No es de extrañar que inDrive, de la mano de Caribe Taxi Exprés, cuente con todas las bendiciones para operar en un espacio históricamente vedado para las plataformas de movilidad. ¿Cómo no sospechar que detrás de esta «alianza estratégica» haya un dedo mágico que le abre puertas cerradas con candado a todos los demás? Mientras tanto, Uber y otras apps, que llevan años en una lucha desigual, siguen enfrentando bloqueos, amenazas y el clásico terror sindical que “casualmente” siempre tiene la última palabra en Cancún.
Y es que inDrive no sólo llegó para quedarse, sino para hacerlo en grande: con más de 300 vehículos, una propuesta “única” y la posibilidad de negociar tarifas, parece que alguien -con mucho poder- puso la alfombra roja para que esta plataforma brillara. Claro, todo en nombre de la «movilidad urbana» y del «avance tecnológico». Qué curioso que esa visión progresista no aplicara para Uber cuando intentó entrar al aeropuerto o para las familias que todavía deben rezar para no ser perseguidas por taxistas al pedir un viaje.
El verdadero logro de inDrive no es su supuesta innovación, sino la habilidad de acomodarse a un ecosistema donde sólo prospera quien tiene amigos influyentes. Porque en un estado donde la movilidad parece ser un negocio entre cuates, queda claro que no todos los competidores juegan con las mismas reglas. ¿Será este otro caso de coincidencias convenientemente orquestadas? Quizá nunca lo sepamos, pero mientras tanto, no deja de sorprender la facilidad con la que algunos cruzan puertas que para otros siguen siendo muros infranqueables.
