
Redacción / Quintana Roo Ahora
MÉRIDA.- La tranquilidad habitual de la carretera Dzibilchaltún-Mérida fue interrumpida por un operativo que, inicialmente, parecía de rutina, pero terminó destapando una situación alarmante. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) detuvieron a siete personas que viajaban en dos vehículos de lujo, equipados con armamento digno de una operación del crimen organizado. Entre los detenidos, tres son originarios de Quintana Roo.
Los hechos se dieron en el marco de los operativos decembrinos, cuando policías estatales identificaron una camioneta Dodge Durango y un Mercedes Benz, ambos negros y con cristales polarizados, transitando en convoy. La atención de los agentes se centró en estos vehículos al detenerse en una tienda de conveniencia, donde uno de los ocupantes descendió portando a la vista lo que parecía ser un arma en la cintura. Esto fue suficiente para que los oficiales solicitaran apoyo inmediato.
La llegada de elementos de la Policía Estatal de Investigación (PEI) confirmó las sospechas. Tras realizar una revisión a los vehículos y a sus ocupantes, los agentes encontraron un arsenal que incluía seis armas cortas, dos armas largas, un convertidor de arma larga, cargadores, cartuchos de diversos calibres y dos radios de telecomunicaciones.
El operativo concluyó con la detención de los siete ocupantes y el aseguramiento tanto del armamento como de los vehículos. Los implicados, entre ellos tres quintanarroenses, fueron puestos a disposición de las autoridades ministeriales competentes para determinar su situación legal.
Los detenidos:
Jorge Luis TC, alias “El Toledo”, 36 años.
Élder Jair TC, 35 años.
Jorge Luis TR, 69 años.
Los tres originarios de Quintana Roo.
También fueron detenidos:
Verónica Vianey TC, 37 años, y Joisner Yael AT, 20 años, de la Ciudad de México.
Gabriel LR, 48 años, del Estado de México.
Samuel LS, 50 años, de Minatitlán, Veracruz.
Las autoridades investigan ahora la procedencia del armamento y si los detenidos están relacionados con actividades delictivas en la región. Este golpe representa una señal de alerta sobre las rutas y movimientos de armas en el sureste del país, justo en un momento donde la seguridad se vuelve crítica para garantizar la paz en la temporada navideña.
El caso sigue abierto, y el impacto de esta detención podría extenderse más allá de Yucatán.