Una manifestación encabezada por prestadores de servicios turísticos, conocidos como «lancheros», ha paralizado el puerto de Chiquilá, impidiendo la salida de los barcos de las dos navieras que operan hacia Holbox.
La protesta, que comenzó a las 7 de la mañana, reunió a unos 200 prestadores de servicios de lanchas, quienes bloquearon el acceso al puerto con una malla y una camioneta.
Los manifestantes expresaron su descontento mediante pancartas con consignas como «respeten los precios», «respeten horarios y espacios», «fuera jaladores» y «fuera taquillas». Además, denunciaron que la empresa Holbox Express, propiedad de Ismael Moguel Canto, opera con horarios irregulares, lo que perjudica su actividad.
Además, acusan a las dos navieras que operan entre Chiquilá y Holbox de llevar a cabo una «guerra sucia» en su contra, argumentando que sus lanchas son inseguras. En este sentido, solicitan la intervención de la gobernadora Mara Lezama Espinosa para resolver un conflicto que lleva años sin ser atendido.
Otro aspecto de preocupación para los habitantes de San Ángel, Solferino, Chiquilá y Holbox es el estado lamentable de la carretera en el tramo Kantunilkín-Chiquilá, que se encuentra sin mantenimiento a pesar de ser la vía principal hacia la Isla Holbox, destino turístico de gran relevancia en el Caribe Mexicano. Esta situación afecta significativamente el tráfico y la conectividad hacia la isla, que es preferida por turistas europeos y norteamericanos.
Los tramos más afectados incluyen el trayecto de San Ángel a Solferino, con baches y socavones en la carretera, así como los dos kilómetros previos a Chiquilá, donde los hoyancos alcanzan profundidades de hasta medio metro.
