septiembre 29, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

México.- El 10 de abril, Netflix nos sorprendió con una nueva miniserie: «Secuestro del vuelo 601», una producción de seis episodios que revive uno de los episodios más dramáticos en la historia de la aviación latinoamericana, específicamente en Colombia. Inspirada en el libro Los Condenados del Aire del periodista italiano Massimo Di Ricco, esta serie nos transporta a una época donde la piratería aérea era casi un deporte extremo en América Latina.

Entre 1967 y 1973, el secuestro de aviones se convirtió en un fenómeno casi habitual. En esos años turbulentos, cerca de 90 aviones fueron secuestrados en la región, de los cuales 30 ocurrieron en Colombia. Pero hay uno que resalta por su duración y las extravagantes circunstancias que lo rodearon: el secuestro del vuelo 601 de la desaparecida aerolínea Sociedad Aeronáutica de Medellín (SAM).

El avión secuestrado antes de despegar de Pereira. | Cortesía, Revista Cromos

Era el 30 de mayo de 1973 cuando dos hombres, que inicialmente se identificaron como guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), tomaron el control del Lockheed Electra HK-1274. Eusebio Borja y Francisco Solano López, que en realidad eran dos futbolistas paraguayos en apuros económicos, forzaron al piloto a cambiar el rumbo del vuelo, iniciando un periplo de 60 horas que incluyó 12 despegues y aterrizajes, y una interminable cadena de negociaciones frustradas.

López y Borjas fueron delanteros de la selección paraguaya y probaron suerte en Colombia, aunque no tuvieron éxito. | Foto: Gentileza de Radio Ambulante.

Al principio, los pasajeros pensaron que todo era una broma. Pero pronto se dieron cuenta de que el caos estaba a punto de desatarse. Las balas perforaron el suelo del avión, marcando el inicio de un secuestro que se convertiría en el más largo en la historia de la aviación en Latinoamérica.

Azafatas María Alexis Arango y Nancy Celis Villarreal. | Foto: Gentileza.

La odisea llevó al avión a destinos inesperados, desde la isla caribeña de Aruba hasta Lima, pasando por Panamá, Costa Rica, El Salvador y Guayaquil. Mientras tanto, los secuestradores exigían un rescate de US$ 200.000 y la liberación de presos políticos en Colombia. Las negociaciones fueron intensas y complicadas, especialmente cuando el gobierno colombiano se negó a negociar, dejando la responsabilidad en manos de la aerolínea.

Fotos de Francisco “Toro” Solano López en el aeropuerto (izquierda) y en una conferencia de prensa (derecha) | Foto: Archivo del periódico ABC Color del 9 de junio de 1973.

Después de liberar a la mayoría de los pasajeros y lograr escapar en algún punto de la travesía entre Argentina y Paraguay, los secuestradores desaparecieron casi como fantasmas. Francisco Solano López fue capturado y extraditado a Colombia, pero Eusebio Borja simplemente se desvaneció del mapa, dejando tras de sí una historia que, hasta hoy, sigue siendo un enigma.

Fotos de Francisco “Toro” Solano López en el aeropuerto (izquierda) y en una conferencia de prensa (derecha) | Foto: Archivo del periódico ABC Color del 9 de junio de 1973.

«Secuestro del vuelo 601» no es solo una serie; es un recordatorio de una época en la que el cielo dejó de ser el límite para convertirse en un campo de batalla. Es una ventana al pasado que nos muestra cómo, a veces, la realidad supera a la ficción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *