Redacción / Quintana Roo Ahora
Quintana Roo.- En una ciudad como Cancún, donde la inseguridad sigue siendo un problema creciente, las cámaras de videovigilancia se han convertido en los ojos imprescindibles de las autoridades. Sin embargo, esos «ojos» requieren algo más que estar instalados, también necesitan mantenimiento constante para no quedarse ciegos en el momento menos oportuno. Y, al parecer, justo eso es lo que está sucediendo.
En el periférico conocido como Arco Norte, justo frente a la escuela secundaria José Guadalupe Posada y el Hospital General José Rodríguez Kumate, un camión de mantenimiento con pluma se encuentra trabajando en la reparación de las cámaras de videovigilancia. Esta es una zona crucial, concurrida tanto por estudiantes como por familiares de pacientes del hospital. Por si fuera poco, en otro punto de la ciudad, en el cruce de Av. Tulum y Av. López Portillo, personal también trabaja arduamente en el mantenimiento de los repetidores de los semáforos peatonales, para que los cruces funcionen adecuadamente.
Es alentador saber que se está haciendo algo para garantizar que las cámaras funcionen, pero… ¿no sería ideal que la seguridad en Cancún funcionara igual de bien? Porque aunque las cámaras estén en perfectas condiciones, de poco sirven si las autoridades no logran actuar eficazmente frente a la creciente inseguridad. Mientras los técnicos arreglan los semáforos y las cámaras, muchos en la ciudad se preguntan: ¿cuándo se le dará el mismo nivel de atención a la seguridad de quienes caminan bajo esas cámaras?