diciembre 13, 2024

Redacción / Quintana Roo Ahora

Quintana Roo.- En su reciente participación en el programa La Voz del Pueblo, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, dejó claro que su administración está comprometida con el bienestar y la justicia para los quintanarroenses. A través del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo, aseguró que se está transformando la vida de los ciudadanos, poniendo en el centro de las acciones a las personas y combatiendo problemáticas que afectan no solo a las comunidades, sino también la reputación del estado como destino turístico de clase mundial.

La gobernadora destacó que este es un gobierno «diferente, humanista y feminista» que escucha y atiende las necesidades de los más vulnerables. Sin embargo, lo que más resalta es su promesa de no tolerar actos de impunidad. Con declaraciones contundentes como «nadie por encima de la ley ni fuera de la ley», Lezama reafirma su compromiso de actuar con todo el peso de las instituciones frente a casos de violencia, agresiones y negligencia.

Entre los ejemplos mencionados, destaca la detención de un padre golpeador en Solidaridad y el seguimiento integral a la familia afectada con el apoyo del DIF estatal. También se abordaron casos de agresiones en el transporte público, donde advirtió que se cancelarán licencias y concesiones a los responsables, y se aplicarán sanciones ejemplares a través de la Fiscalía General del Estado.

Estos actos de gobierno envían un mensaje importante: la justicia no solo se promete, sino que se ejecuta. Además, en su programa, la gobernadora mencionó avances en salud, como cirugías agilizadas, y la regularización de tenencias de tierra, logros que también reflejan un enfoque transformador y humanista en su administración.

Sin embargo, a pesar de estas acciones, la historia reciente de México y Quintana Roo en particular obliga a preguntarnos: ¿basta con estas medidas para eliminar la impunidad? Si bien es evidente que la gobernadora está tomando decisiones importantes y rápidas, el reto de mantener esta consistencia y de asegurar que todos los casos reciban la misma atención y justicia sigue siendo enorme.

La realidad es que el combate a la impunidad no solo depende del gobierno, sino también de una ciudadanía vigilante y participativa. Los logros actuales de Mara Lezama son una señal de que el cambio es posible, pero será el tiempo, la transparencia y la rendición de cuentas los que determinen si este esfuerzo puede mantenerse como un parteaguas en la historia de Quintana Roo.

¿Será que finalmente podamos hablar de un Quintana Roo libre de impunidad? El compromiso parece estar, pero queda en las acciones y en la continuidad demostrar que no es solo un discurso más.

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