Redacción / Quintana Roo Ahora
Chetumal.- Un choque que parecía rutina terminó por encender las tensiones entre gremios en las instalaciones del Sindicato Único de Choferes de Automóviles de Alquiler (Suchaa). Todo comenzó cuando un taxista, identificado por el número económico 735, decidió que escapar de un accidente era más fácil que asumir su responsabilidad.
El incidente ocurrió en el cruce de la avenida Maxuxac con calle Chicozapote, donde el taxi impactó a un motorepartidor que viajaba con un menor de edad. Pero en lugar de detenerse para atender a los afectados, el conductor huyó y se refugió en el Suchaa, desatando un inesperado enfrentamiento entre taxistas y motorepartidores.
Lo que siguió fue una escena que mezcló drama y acción: el motorepartidor, acompañado por sus compañeros, exigió que el taxista saliera a dar la cara, mientras la ciudadanía expresó su apoyo al gremio de los motociclistas, señalando que “los taxistas se creen dueños de Chetumal”.
El conflicto escaló rápidamente, con los ánimos caldeándose y los golpes como protagonistas. Finalmente, agentes de tránsito tuvieron que intervenir para mediar entre las partes y buscar un acuerdo.
¿La lección del día? En Chetumal, los accidentes no solo se resuelven en el lugar de los hechos, sino que, aparentemente, también en un ring gremial improvisado.