octubre 27, 2025

Redacción / Quintana Roo Ahora

La desaparición de los cinco integrantes del Grupo Fugitivo en Reynosa, Tamaulipas, conmocionó no solo al estado sino a todo México. El caso adquirió notoriedad nacional por la brutalidad con que se perpetró –se denunció que los jóvenes músicos fueron secuestrados y calcinados en un horno de una ladrillera– y por la indignación de sus familiares ante la falta de respuestas claras. Tras semanas de incertidumbre, el 24 de junio las autoridades confirmaron mediante pruebas de ADN que al menos tres de los cinco desaparecidos fueron identificados entre los restos óseos hallados, consolidando la hipótesis inicial de su asesinato. A continuación, se presenta una cronología detallada de los hechos, junto con los hallazgos de la investigación oficial y la postura de las familias, en un intento de ofrecer un panorama equilibrado de este trágico caso.

Cronología detallada de los hechos

  • Domingo 25 de mayo de 2025: El representante del Grupo Fugitivo recibió alrededor de las 20:00 horas una llamada de Lino (o Dino) Andrés “N”, alias “El Didi”, solicitando sus servicios para una supuesta fiesta privada en la colonia Riberas de Rancho Grande, Reynosa. Los cinco músicos –Francisco Xavier Vázquez (20 años), Nemesio Antonio Durán (40), Liván Edyberto Solís (27), Víctor Manuel Garza (21) y José Francisco Morales (23)– se reunieron esa noche y partieron juntos en una camioneta negra rotulada con el logo de la banda hacia el lugar del evento. Alrededor de las 22:00 horas, cámaras de vigilancia captaron la camioneta del grupo circulando rumbo al destino siguiendo a una camioneta gris; poco después, entre las 22:04 y 22:20, fueron interceptados por hombres armados que los obligaron a detenerse. Ese fue el último contacto; se presume que en ese momento los cinco jóvenes fueron secuestrados por sus captores.
  • Lunes 26 de mayo de 2025: Sin noticias de los músicos, sus familiares denunciaron la desaparición ante las autoridades. Comenzaron a difundir fichas de búsqueda en redes sociales y la Comisión Estatal de Búsqueda emitió boletines oficiales con la información de los integrantes desaparecidos.
  • Martes 27 de mayo de 2025: En la madrugada, fue localizada la camioneta del grupo abandonada en la colonia La Cañada de Reynosa. El vehículo había sido despojado de los logotipos de la banda y no presentaba señales evidentes de violencia, aunque en su interior se encontró vacía una caja para instrumentos musicales identificada con el nombre de Grupo Fugitivo. Ese mismo día, familiares desesperados se manifestaron ante la Fiscalía de Reynosa exigiendo avances en la búsqueda, mientras desmentían rumores infundados de que los jóvenes hubieran aparecido.
  • Miércoles 28 de mayo de 2025: Continuó la búsqueda con participación de colectivos civiles como “Amor por los Desaparecidos” y autoridades estatales. La comunidad realizó una protesta pacífica, llegando a bloquear el Puente Internacional Reynosa-Pharr para visibilizar el caso. Ese día, la exesposa de uno de los desaparecidos reportó haber hallado manchas de sangre en un bar cercano, de las cuales familias tomaron muestras para que las autoridades las analizaran, buscando alguna coincidencia de ADN.
  • Jueves 29 de mayo de 2025: Tras más de 70 horas de búsqueda, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas confirmó el hallazgo de cinco cuerpos calcinados en un predio de la colonia Aquiles Serdán, los cuales presumiblemente correspondían a los integrantes de Grupo Fugitivo. En un operativo realizado en la zona, agentes fueron recibidos con disparos y lograron la detención de nueve personas presuntamente involucradas, pertenecientes a la facción “Los Metros” del Cártel del Golfo, además del aseguramiento de dos vehículos (incluida la camioneta gris implicada) y armas de fuego relacionadas con el crimen. La noticia de los cuerpos causó consternación, pero de inmediato las familias pusieron en duda la versión oficial, argumentando que “no se encontraron cinco cuerpos” completos ni evidencias personales que acreditaran que se trataba de sus seres queridos.
  • Semanas siguientes (finales de mayo a mediados de junio de 2025): Mientras peritos forenses federales analizaban los restos óseos incinerados para identificar a las víctimas, las familias intensificaron su lucha por la verdad. El 6 de junio, algunos familiares viajaron a la Ciudad de México para solicitar la intervención del gobierno federal y denunciar inconsistencias en el manejo del caso. Relataron que, ante la ausencia de información oficial en los primeros días, incluso fueron extorsionados por desconocidos que prometían datos sobre el paradero de los músicos a cambio de dinero –una muestra más de su desesperación–. Durante este período, la Fiscalía estatal guardó relativa reserva mientras continuaban los estudios genéticos.
  • Martes 24 de junio de 2025: En rueda de prensa, el fiscal tamaulipeco Irving Barrios Mojica ofreció una actualización crucial: los análisis genéticos lograron identificar perfiles de ADN coincidentes con tres de los cinco integrantes desaparecidos, confirmando oficialmente que al menos esos tres músicos fueron asesinados e incinerados en la ladrillera. Barrios detalló que los cuerpos habrían sido quemados en un horno y luego sus restos esparcidos en un basurero clandestino a unos 300 metros del sitio. Asimismo, informó que la investigación vinculó el multihomicidio a integrantes del Cártel del Golfo y que hasta ese momento había 10 detenidos (de un total de 13 órdenes emitidas) y 3 sospechosos prófugos, entre ellos el autor intelectual alias “El Didi”, por quienes se ofrecía recompensa.
  • Miércoles 25 de junio de 2025: Tras el anuncio oficial, la indignación de las familias volvió a aflorar públicamente. A través de comunicados en redes sociales, reprocharon a la Fiscalía por divulgar las conclusiones sin avisarles previamente –una situación que, afirman, se ha repetido en este caso– y reiteraron que no confían plenamente en la versión oficial mientras no se identifique a todos los miembros del grupo. “¿Otra vez falta de comunicación o simplemente negligencia?”, cuestionaron sobre el proceder de las autoridades. Los allegados dejaron claro que no permitirán que el caso se cierre sin la verdad completa: “No nos van a callar y no cerrarán el caso. Esto no se acaba, no vamos a descansar hasta encontrarlos”, escribió con determinación la esposa de uno de los músicos desaparecidos.

Investigación oficial y hallazgos de la Fiscalía

De acuerdo con la investigación oficial, los integrantes de Grupo Fugitivo cayeron en una trampa tendida por una célula del crimen organizado. Los datos recabados indican que Lino Andrés “N” (“El Didi”), presunto miembro de un grupo delictivo, fingió ser cliente y contrató al grupo para un evento inexistente, con el fin de atraerlos a una zona controlada por delincuentes. La secuencia reconstruida por la Fiscalía sugiere que los músicos fueron interceptados en la vía pública por hombres armados ligados al Cártel del Golfo (facción “Los Metros”), quienes los privaron de la libertad y trasladaron a la fuerza en una camioneta gris hasta una ladrillera en la colonia Aquiles Serdán. En ese sitio apartado habrían sido asesinados y sus cuerpos incinerados dentro de un horno de fabricar ladrillos; posteriormente, los restos calcinados fueron arrojados en un tiradero de basura cercano, donde finalmente fueron descubiertos por las autoridades días después.

El operativo de búsqueda llevado a cabo el 29 de mayo corroboró estas sospechas cuando investigadores llegaron a la zona de la ladrillera. Según el fiscal Barrios, agentes estatales y federales fueron atacados a tiros por criminales al aproximarse, pero lograron controlar la situación y detener a nueve sujetos en flagrancia. Entre los detenidos figuran supuestos integrantes de Los Metros, algunos identificados por apodos como “Kosmos”, “El Payaso” y “El Burger”, quienes habrían participado en el secuestro y asesinato. Además, se aseguraron vehículos –incluida la camioneta gris captada en los videos la noche de la desaparición– y un arsenal de armas de fuego vinculadas al caso. Las autoridades estatales informaron que el total de implicados podría ascender a una docena de personas, por lo que continuaban las pesquisas para capturar a al menos tres prófugos más, considerados autores intelectuales o materiales clave del crimen.

En cuanto a las víctimas, el proceso de identificación forense ha sido complicado debido al estado en que fueron encontrados los restos. Especialistas en genética forense, en coordinación con el Centro Federal de Periciales, recuperaron fragmentos óseos y muestras biológicas para extraer perfiles de ADN. Luego de semanas de análisis, el fiscal confirmó que se obtuvieron coincidencias genéticas con tres de los cinco desaparecidos. Por respeto a las familias, no se reveló públicamente cuáles de los músicos corresponden a esos tres perfiles identificados. Aún se trabaja en los restos restantes para tratar de establecer si pertenecen a los otros dos integrantes, o si falta localizar evidencia adicional. Las autoridades enfatizaron que la investigación sigue abierta y que se agotarán todas las pruebas necesarias –incluyendo posibles análisis independientes– para dar certeza plena sobre la identidad de todas las víctimas y llevar a todos los culpables ante la justicia.

Reacción y postura de los familiares

Desde un inicio, los familiares de los músicos manifestaron una postura de escepticismo y dolor ante la versión oficial de la Fiscalía. La rápida declaración de que los jóvenes estaban muertos –hecha pública el 29 de mayo, apenas se hallaron los restos– fue recibida con rechazo por parte de los padres y hermanos, quienes consideraron prematuro asumir tal conclusión sin pruebas genéticas concluyentes. En entrevistas y comunicados, los familiares subrayaron que ningún objeto personal de los muchachos apareció en la escena (más allá de la camioneta localizada), por lo que inicialmente albergaban esperanzas de que pudieran seguir con vida. “Lo que se ha encontrado no señala nada que sean ellos”, declararon a medios nacionales, insistiendo en que no había evidencia irrefutable de la muerte de sus seres queridos.

Con el pasar de los días, la relación entre las familias y la autoridad investigadora se tensó aún más. Los allegados denunciaron falta de comunicación por parte de la Fiscalía de Tamaulipas: afirmaron que se enteraban de los avances del caso por la prensa, antes de recibir información directa o formal de las autoridades. Esta situación se repitió con la conferencia del 24 de junio, en la que la identificación de tres víctimas se dio a conocer públicamente. Los familiares expresaron sentirse ignorados y exigieron mayor sensibilidad, calificando de “negligencia” el proceder de anunciar hallazgos delicados sin previo aviso a las familias afectadas. “¿Piensan que con eso nos van a cerrar el caso?”, reprochó una de las hermanas en redes, dejando claro que no aceptarán un cierre apresurado de la investigación mientras haya dudas pendientes.

Pese al inmenso dolor, las familias del Grupo Fugitivo han mostrado una determinación admirable para conocer la verdad. Han organizado marchas, protestas pacíficas e incluso solicitaron apoyo del gobierno federal con la esperanza de que se esclarezca el caso completamente. Algunos parientes exploran la posibilidad de un peritaje independiente –otra ronda de análisis forenses por cuenta propia– para confirmar o refutar los resultados presentados por la Fiscalía, dado que “no tenemos la confianza” plena en las conclusiones oficiales, según dijo la madre de uno de los músicos. La prioridad para ellos es obtener certeza sobre qué les ocurrió realmente a sus hijos y hermanos.

En sus pronunciamientos más recientes, los familiares han dejado en claro que no cejarán en su lucha. “No nos van a silenciar”, fue el mensaje contundente de la esposa de uno de los desaparecidos, difundido tras la confirmación de las identificaciones parciales. Insisten en que seguirán buscando por su cuenta si es necesario, y que continuarán las movilizaciones hasta conseguir justicia, verdad y transparencia. Para las familias, más allá de la confirmación forense de tres identidades, el caso no está cerrado: aún esperan respuestas sobre el paradero o destino de los otros dos integrantes, y anhelan que todos los responsables –materiales e intelectuales– reciban castigo. En palabras de los seres queridos, “no vamos a descansar hasta encontrarlos”, manteniendo viva la esperanza de obtener el cierre y la paz que merecen.

Fuentes: La información precedente se recopiló de comunicados oficiales de la Fiscalía de Tamaulipas y reportes de prensa de diversos medios nacionales, incluyendo El Financiero, Infobae, El Imparcial, El País, entre otros, que han dado seguimiento puntual a la desaparición y asesinato de los integrantes de Grupo Fugitivo. Estas fuentes confirman los datos clave del caso, desde la cronología de los hechos hasta las reacciones encontradas entre autoridades y familiares, ofreciendo una visión completa y balanceada de este hecho que ha consternado al país.

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