
Redacción / Quintana Roo Ahora
CHETUMAL.- La madrugada de este domingo 14 de abril fue sacudida por un violento episodio en el Fraccionamiento Caribe de Chetumal, donde al menos tres sujetos armados ingresaron por la fuerza a una vivienda, agredieron a un hombre y robaron objetos de valor. El hecho mantiene en alerta a los vecinos de la zona y ha encendido focos rojos sobre la creciente inseguridad en la capital del estado.
El allanamiento ocurrió en una casa ubicada sobre la calle Haití, entre Polyuc y Nicolás Bravo. Según relató la propietaria del inmueble, identificada como L. C. M., los agresores se presentaron como supuestos elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE), portando armas largas y con una actitud intimidante. Su objetivo, según declaró la víctima, era localizar y presuntamente privar de la libertad a un hombre llamado “Ramón Caballero”.
Al no obtener cooperación de la dueña de la casa, los individuos arremetieron con violencia contra otro residente del lugar, R. D. R. A., a quien golpearon con la culata de un arma, causándole un traumatismo craneoencefálico. Tras la agresión, los sujetos no sólo se retiraron impunes, sino que además robaron dos teléfonos celulares de alta gama y otros dispositivos electrónicos.
En una acción que demuestra cierto grado de planeación, los asaltantes arrancaron la cámara de videovigilancia ubicada en el exterior de la vivienda y utilizaron uno de los celulares robados para eliminar cualquier evidencia grabada del ataque. La vivienda fue encontrada con múltiples destrozos, tanto en su interior como en la fachada.
La víctima contactó al 911 para pedir auxilio. Aunque se activó el protocolo de “código rojo” para localizar a los responsables, hasta el momento no hay detenidos. El caso ya fue denunciado ante el Ministerio Público, y la propietaria no descarta que detrás del ataque esté un familiar con quien ha tenido conflictos recientes, incluso amenazas de muerte.
Mientras las autoridades investigan si los atacantes tenían o no relación con alguna corporación de seguridad, este violento hecho abre una vez más el debate sobre la vulnerabilidad de los ciudadanos en sus propios hogares y la facilidad con la que se suplanta la identidad de agentes del Estado para cometer delitos.