Redacción / Quintana Roo Ahora
CANCÚN.- En un giro inesperado, el Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) fue eliminado de un plumazo para dar paso a la creación del nuevo Tribunal de Justicia Administrativa y Anticorrupción, una movida que, en teoría, tiene como objetivo reforzar la lucha contra la corrupción en el estado. Sin embargo, más allá del cambio de nombre, lo que realmente está causando revuelo es la selección de los magistrados que estarán a cargo de esta nueva institución.
La XVIII Legislatura, dominada por Morena y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), tiene la tarea de elegir a tres nuevos magistrados. Este control absoluto en el Congreso garantiza que la elección será definida sin mayores contratiempos por parte de la coalición oficialista.
Y aquí es donde comienza lo insólito. Entre los nombres que circulan para ocupar estos cargos, hay algunos que parecen una broma anticipada de Halloween. En los pasillos del ya casi extinto TJA, se menciona a Benjamín Vaca y Judith Rodríguez Villanueva, dos figuras que no sólo tienen en común su militancia en el PVEM, sino también su cercanía con ciertos intereses políticos que podrían hacer tambalear la credibilidad de este «nuevo» tribunal.
Como si esto no fuera suficiente, otro nombre que ha sonado es el de Claudia Carrillo, actual magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Su inclusión en la lista sólo aumenta las sospechas de que este tribunal podría convertirse en un espacio más para acomodar a los aliados políticos, más que en una verdadera institución de combate a la corrupción.
La ciudadanía y las organizaciones civiles están observando de cerca, exigiendo transparencia en el proceso. Sin embargo, la opacidad con la que se ha manejado hasta ahora deja un sabor amargo sobre el futuro de la lucha anticorrupción en el estado. ¿Será este nuevo tribunal un verdadero avance, o solo un cambio cosmético con fines políticos? Sólo el tiempo lo dirá, pero las señales no parecen ser muy alentadoras.