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Redacción / Quintana Roo Ahora / Yo Te Cuento
Cuando creíamos que la clase política de Quintana Roo no podía dar más material para un episodio de sátira involuntaria, aparece Alberto Batun, ex Diputado Federal, ahora Diputado Local de Quintana Roo, decidido a demostrar que siempre hay margen para sorprendernos. Su última hazaña: subir a su cuenta oficial de Instagram una broma sobre El Juego del Calamar, una serie que, entre otras cosas, retrata la miseria humana y juega con la desesperación de los más necesitados. Porque, claro, ¿qué mejor forma de conectar con los problemas de la gente que haciendo chistes sobre asesinatos ficticios?
Al parecer, Batun se identifica más con los personajes “rojos” de la serie, esos que matan a los participantes vestidos de “verde”. Tal vez un reflejo subconsciente de su postura política: ser el ejecutor de sueños ajenos, mientras los ciudadanos se enfrentan a un Quintana Roo donde la inseguridad y la desigualdad son más reales que cualquier distopía surcoreana.
Y no olvidemos que esta serie es para adultos, no para niños. Pero aquí lo tenemos, un diputado haciendo bromas en un contexto completamente inapropiado, como si los problemas de seguridad del estado fueran menos graves que un “jueguito” en redes sociales. ¿Será que, en lugar de querer legislar, Batun quiere protagonizar la versión tropical del programa? Si es así, le sugerimos un título: El Juego del Cinismo.
Pero, bromas aparte, el verdadero juego del calamar en Quintana Roo no está en la ficción. Está en las calles inseguras, en las familias que viven con miedo, en los proyectos que no llegan, y en los funcionarios que, en lugar de trabajar, están más preocupados por alimentar su ego digital. Así que, diputado, si quiere jugar a algo, que sea a legislar con seriedad, a garantizar seguridad, a generar empleo. Pero si de verdad se siente más cómodo con el disfraz rosado, recuerde: en la vida real, los villanos no duran mucho.